Hace muchísimo que no corría, es más hace mucho que no hago ejercicios. Lo he hecho ya cuatro veces por las tardes en un parque muy cerca a mi casa y me siento muy orgullosa de mí misma.
A los pocos meses de intentar salir embarazada, comenzaron también mis paranoias sobre si afectaría mi fertilidad el ir por el mundo dando tumbos.. acto seguido dejé el poco deporte que hacía por completo y me limité a comer chocolate frente al televisor. Dos años después tengo zonas de mi cuerpo que han tomado vida propia y me amenazan con convertirse en eternos y odiosos inquilinos de mi cuerpo, que en algún momento estuvo de buen ver ;-)
Tampoco voy a decir que nací para los deportes. Cuando era niña, con sólo ver un potro de saltar se me revolvía el estómago, esto sin mencionar mis desventuras con la piscina, de las que prefiero no hablar (son recuerdos demasiado dolorosos). Mis amigas de barrio, que por cierto nunca fueron muy politicamente correctas, se sorteaban quien tendría la desgracia de cargar conmigo en su equipo de volleybal. En fin, los deportes me han hecho sentir siempre muy insegura. Así que me refugiaba en los cuadernos, que era lo que más satisfacciones personales me traía.
A los pocos meses de intentar salir embarazada, comenzaron también mis paranoias sobre si afectaría mi fertilidad el ir por el mundo dando tumbos.. acto seguido dejé el poco deporte que hacía por completo y me limité a comer chocolate frente al televisor. Dos años después tengo zonas de mi cuerpo que han tomado vida propia y me amenazan con convertirse en eternos y odiosos inquilinos de mi cuerpo, que en algún momento estuvo de buen ver ;-)
Tampoco voy a decir que nací para los deportes. Cuando era niña, con sólo ver un potro de saltar se me revolvía el estómago, esto sin mencionar mis desventuras con la piscina, de las que prefiero no hablar (son recuerdos demasiado dolorosos). Mis amigas de barrio, que por cierto nunca fueron muy politicamente correctas, se sorteaban quien tendría la desgracia de cargar conmigo en su equipo de volleybal. En fin, los deportes me han hecho sentir siempre muy insegura. Así que me refugiaba en los cuadernos, que era lo que más satisfacciones personales me traía.
Ahora que tengo claro que mis cortos viajes en bicicleta no han sido la razón por la que no estoy embarazada, estoy tratando de reconciliarme con mi cuerpo.. Me gusta imaginar que cuando corro se me ve atlética, como las deportistas de Adidas esas de músculos firmes y glúteos bien redondeados, "impossible is nothing" dice el comercial. Aunque el oso, que tampoco es muy políticamente correcto, me ha roto la burbuja y contado que corro más bien de forma risible y descordinada, en sus palabras literales "formando como círculos con las manos", lo que me trae a la memoria al personaje latinoaméricano "el Pirulín"
No sé si he empezado en rebeldía a mis traumas del pasado o simplemente porque cuando corro siento que me libero de ese espíritu odioso de la infertilidad que por ahora me sigue a donde voy, de mis años, que dejan de ser de lozana juventud, para convertirse en madurez o de mis miedos, que son muchos y a veces me despiertan por la noche. No sé si corriendo mucho encuentre el camino que me lleva a mi hijo, supongo que no está demás soñar un poco..