miércoles, 28 de diciembre de 2011

Una navidad diferente

Una navidad con 28 semanas de embarazo, con una barriga enorme! en la que apenas cabe ya comida! con fotos de mi gordito por toda la casa. Con una tarjetas de navidad virtual anunciando a gritos mi embarazo y nuestra felicidad. Una navidad viendo una y otra vez a mi muchachito bostezar y chuparse el pie en la última ecografía! Llena de buenos deseos de amigos. De zapatitos pequeños comprados en una feria de navidad. Una luz cálida reposa sobre mí en estos días ¿Así que a esto le llaman la dulce espera? No le hace justicia el nombre. Es mejor de lo que imaginé, ni en sueños pensé ser algún día tan feliz. Les dejo un par de fotos de mi larguito. Se me derrite el corazón.. 




Es increíble como puede una personita tan pequeña hacerte tan feliz. Hay días que recuerdo lo que hemos pasado, como pareja, como personas, lo duro que fue el sobrevivir la desesperanza del año pasado,y pienso en lo difícil que debe estar siendo para muchas parejas, cuantas mujeres habrán pasado una navidad tan triste como la mía el año pasado. Y espero de corazón que el nuevo año les traiga la renovación maravillosa que  trajo a mi vida.

La Asociación Chilena "Queremos ser padres" que lucha sin descanso porque las autoridades atiendan sus peticiones nos pide que este 31 encendamos una velita a partir del mediodía para pedir un deseo de año nuevo, que más parejas logren este año su sueño. 


les dejo un cuento de navidad

"Decidir tener un niño es como planificar un viaje a Australia. Has oído que es un lugar maravilloso, has leído muchas guías y te sientes preparado para ir. Todo el mundo que conoces ha viajado allí en avión y comenta que puede ser un vuelo turbulento con ocasionales aterrizajes forzosos, pero tú ¡sabes que vas a ser mimado en ese viaje! Por lo tanto vas al aeropuerto y pides en el mostrador un billete para Australia. Parece que no hay sitio para ti. Tendrás que esperar al siguiente vuelo, impaciente pero a sabiendas de que será un vuelo maravilloso. Tú esperas, esperas, esperas...
Continuamente llegan y salen aviones. La gente te dice cosas como "Relájate, te embarcarás pronto, o verás cómo otros que ya estaban embarcados deciden a última hora cancelar su vuelo", ante lo cual llorarás y gritarás: "No es justo!" Después de mucho tiempo de espera la agencia te dice:"Lo siento, pero nos va a ser imposible conseguirle un vuelo a Australia, quizá debiera pensar en ir en barco". ¡En barco! Te dices, pero ir así me llevará mucho tiempo y será muy caro y he puesto todo mi corazón en ir allí en avión. Triste te vas a casa y piensas que a lo mejor es una buena idea no hacer el viaje. Te preguntas si Australia va a ser tan bonita si vas allí en barco. Pero has soñado tanto con ese viaje que al final decides ir allí por mar. Es un viaje largo y difícil, y nadie te mima. Te llegas a preguntar si alguna vez llegarás a ver la costa y mientras tanto tus amigos han realizado allí varios vuelos hablando siempre maravillas del lugar. Entonces, un glorioso día, el barco atraca en Australia. Es más exquisita de lo que te habías imaginado y su belleza se magnifica después de un viaje tan largo. Has hecho buenos amigos en la travesía y te has encontrado a ti misma comparando tu historia con la de otros pasajeros.
La gente continuará volando a Australia tan a menudo como quiera, pero tú sólo podrás navegar hasta allí una vez, quizá dos y tendrás que seguir oyendo cosas como: "¡Qué afortunada, tú no tuviste que volar! ¡Mi vuelo fue horrible, mejor ir en barco!" mientras tú te preguntas cómo hubiera sido tu vuelo a Australia. Pero ahora ya sabes que has sido bendecida con una nueva visión del lugar y que la belleza de Australia no reside en el modo  e
n el que vas hasta allí, sino en el lugar mismo". autora MariCarmen Juan 

¡Todas llegaremos a Australia!